Windsor, el pueblo que vigila silencioso el mayor castillo habitado del mundo. Una localidad que mantiene en discreto equilibrio entre su reducido tamaño y un turismo de enormes dimensiones. Un pueblecito de casas bajas que parece haber salido de una ciudad de cuento, con casitas bajas de piedra con las ventanas de madera llenas de flores, suelo empedregado que circula entre casas de colores y jardines que custodian la colina en la que descansa el castillo, residencia habitual de la reina de Inglaterra los fines de semana.
Hasta Windsor se puede llegar en coche, bus o tren, pero esta última opción es la más óptima de todas por rapidez y precio. Nosotros nos encaminamos rumbo a la estación de Paddington en la mañana del sábado dispustos a hacer un entretenido day trip.
Allí compramos un billete rumbo a Slough con la First Great Western que costó unos 8 libras (8,50€) por persona ida y vuelta. En poco menos de 30 minutos llegas a la población de Slough donde en el mismo andén te espera un tren lanzadera camino de Windsor. El trayecto es precioso. A un lado queda el pueblo de Eton donde se encuentra el colegio más exclusivo del mundo. Los alumnos visten de frac y es allí donde cursaron sus estudios los jóvenes príncipes ingleses. El tren se abre camino a través de arboladas que esconden tímidamente la colina dónde descansa el castillo de la reina.
La visita al castillo cuesta 15 libras (16€) y te permite visitarlo a lo largo de todo el año. Cuando visitas el palacio de Buckingham la reina te envía una carta a casa agradeciendo tu visita. En el año 1992 el castillo de Windsor sufrió un terrible incendio que destrozó parte de las grandes salas que en él se encontraban. La Corona no tenía presupuesto suficiente para restaurarlo con lo que la reina Isabel II decidió abrir las puertas de Buckingham al público para financiar la reparación. Por entonces fue considerado un auténtico desastre, hoy en día todos agradecen el gran trabajo de restauración que el castillo ha sufrido. Realmente ha quedado esplénido y digno de visitar.
Becky Cooper, una íntima amiga de Albert, tiene una casa en Ascot, la famosa localidad inglesa dónde se celebran las carreras de caballos, famoso acontecimiento por los excentricos sombreros que las damas lucen en él. Ms.Cooper siempre cuenta las incontables veces que ha visto a la reina cruzar The Long Walk conduciendo sola su Range Rover hasta llegar a Ascot, esperanza a la que nosotros nos agarramos mantuviendo los ojos bien abiertos por si encontrábamos a Isabel.
The Long Walk dirección Ascot
Me sorprendió encontrar detalles típicos del East London como edificios en ladrillo rojo, escenario que aproveché para contextualizar el outfit de aquél día. En este caso la foto estrena un nuevo espacio personal que iré actualizando a menudo: http://www.chictopia.com/jnyveinte .
Pero sin duda alguna, y sin alejarme del encanto de la ciudad, Windsor sostiene un "record" muy curioso. Mientras yo observaba la casa torcida (The Crooked House) que se muestra en la foto, una muy curiosa edificación que llama la atención de todos los que por allí pasan, Albert me regaló la anécdota de saber que justo la calle a la izquierda de la casa es la más corta de toda Inglaterra. =)
JNY
1 comentario:
que linda experiencia!
y dejame decirte que la fotografia de tu encabezado es PRECIOSA!
:)
Publicar un comentario