Ahora parece que el tiempo en Londres vuelve a tener mayor sentido. Londres es de otoño, de sol que ilumina pero no deslumbra, de calles sembradas de hojas caídas, de arboles color champán...
El otro día me comentó una amiga lo difícil que es encontrar ropa de abrigo en la ciudad, y es verdad, los ingleses no se escandalizan con el frío, más bien saben disfrutarlo y adaptarse a él. Hoy decidí coger algo de quita-y-pon como una camisa en check de Hollister, versión californiana de la marca Abercrombie&Fitch y, gracias a Diós, mucho más ecónomica. Recomiendo a todo aquél que no la conozca que se la apunte como visita obligada si vienes al Reino Unido.
Otra tienda que no se debe pasar por alto en Londres es Uniqlo, una marca japonesa que pone a disposición de servidores piezas básicas de primera calidad a precios muy muy bajos. Cuentan con la colaboración de la empresa Pantone, la inventora de un código numérico para diferenciar los colores, y en sus tiendas tienes la opción de escoger el color que más se adapte a ti, te aseguro que se podría convertir en un dilema eterno pero... ¿el punto bueno?, sus precios te ayudan a llevarte dos o tres piezas a la vez, con lo que llegas a casa descansado.